Vuelvo, desde esta perspectiva, con el tema de la inmigración sin techo, dado que están detectando cada vez más asentamientos de gentes en extrema pobreza que se acercan hasta nosotros y encuentran un lugar posible de habitar en las laderas de los montes que rodean la villa, especialmente en Artxanda, el Pagasarri y la zona de Miribilla.
Las lamentables condiciones en las que viven rayan la inhumanidad y su crecimiento continuo apunta a que la degradación puede ser aún mayor.
A su vez los motivos de estas llegadas son claros, huyen de guerras, violencia, dictaduras, desamparo... en general de la miseria, y esperan poder lograr aquí una situación más prospera.
Un tema candente de dificil solución, al que no queda otra salida que responder cuanto antes.
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